CIRUGÍA EPICONDILITIS / EPITROCLEITIS

¿Cuál es el tratamiento habitual?

Inicialmente se comienza con un tratamiento conservador con rehabilitación y fisioterapia, antiinflamatorios no esteroideos y utilización de ortesis específicas para relajar la musculatura epicondílea o epitroclear. Si estas medidas fracasan, realizamos una pauta de 3 infiltraciones con corticoides, durante un periodo de tiempo que puede oscilar entre las 9-12 semanas.

En aquellos pacientes en los que fracasa la terapia inicial o en aquellos en los que los corticoides están contraindicados, realizamos un tratamiento con Plasma Rico en Plaquetas (PRP), al que asociamos posteriormente un plan de fisioterapia. Este tratamiento posee una acción antiinflamatoria y analgésica precoz y además permite modificar la situación degenerativa del tendón. La pauta habitual es realizar 3 infiltraciones de forma ambulatoria a lo largo de un periodo de 6 semanas. La buena experiencia con esta terapia, está permitiendo evitar la cirugía en muchos pacientes.

¿Qué tipos de cirugía se pueden realizar en la epicondilitis/epitrocleitis?

Desde hace más de 10 años, utilizamos como principal técnica quirúrgica la radiofrecuencia bipolar o coablación. Se trata de una cirugía que consigue instaurar una respuesta biológica cicatricial sobre la patología inflamatoria de los tendones (tendinosis), desapareciendo el dolor y recuperando la función muscular. Este procedimiento quirúrgico, se realiza mediante anestesia local, a través de una incisión de 1 a 2 cm, y utiliza un electrodo que realiza unas microperforaciones sobre el tejido enfermo a través de un medio acuoso. Esto desarrolla un proceso inflamatorio controlado que permite la adecuada cicatrización del tendón. La cirugía es ambulatoria, el codo no es inmovilizado y la recuperación es mucho más rápida y casi indolora respecto a la técnica quirúrgica clásica. La mayoría de nuestros pacientes solucionan su patología con esta técnica quirúrgica.

La cirugía artroscópica mediante la desinserción artroscópica tendinosa, es otra opción quirúrgica que permite solucionar esta patología.

Si fracasaran estas dos técnicas previas, aconsejamos realizar la cirugía abierta, desinsertando la inserción de la musculatura epicondílea y limpiando el tejido inflamatorio crónico. El postoperatorio precisa de una inmovilización prolongada y posteriormente de un periodo de rehabilitación que también será bastante largo.