LESIONES DE LOS MENISCOS
Los meniscos son unas estructuras cartilaginosas que actúan como un amortiguador dentro de la articulación de la rodilla. Se encuentran entre el fémur y la tibia y actúan absorbiendo las cargas durante la marcha, la carrera y el salto (impacto).
Existen dos meniscos, uno en el borde externo de la rodilla con forma de “o” (el menisco lateral) y el otro en el borde interno con forma de “C” (el menisco medial). El menisco medial soporta el 50% de la fuerza que se aplica al compartimiento interno, mientras que el menisco lateral absorbe cerca del 80% de la carga del compartimiento externo de la rodilla.
Los meniscos tienen un rol importante en la rodilla porque brindan estabilidad a la articulación, amortiguan las cargas y ayudan a proteger los ligamentos de las fuerzas que actúan sobre ellos. Años atrás extirpar los meniscos tras una lesión de rodilla era una práctica común. Esto generalmente llevaba a artritis y otras condiciones degenerativas.
¿Cómo se produce una rotura meniscal?
Generalmente los meniscos se rompen tras un traumatismo indirecto en la rodilla, es decir un giro con el pie fijo en el suelo y mayor o menor grado de flexión de la articulación, o bien tras levantarse de una posición de cuclillas.
¿Cuál es la sintomatología que se percibe cuando se rompe el menisco?
El paciente suele referir un chasquido o crujido, con dolor en la parte interna o externa y en ocasiones en el hueco de detrás de la rodilla. En algunos tipos de rotura, la rodilla queda bloqueada y el paciente no la puede extender (camina con dolor con la rodilla flexionada). Habitualmente unas horas o días después aparece un derrame o inflamación en la articulación.
¿Son iguales todas las roturas meniscales?
No, depende de la localización, el tipo de rotura y de cuándo se produjo
- Localización: La porción anterior de los meniscos se conoce como el cuerno anterior, la porción posterior como cuerno posterior, y la media es el cuerpo. La rotura del cuerno posterior es la lesión meniscal más común. A su vez, los meniscos se dividen en sus tercios externo, medio e interno. Las roturas del tercio externo donde se recibe el mayor flujo sanguíneo, tienen más posibilidades de cicatrización.
- Patrón de rotura: Las roturas de los meniscos también pueden adoptar varias formas incluyendo horizontal, longitudinal y radial. Una rotura compleja es aquella que involucra más de un patrón.
- Rotura completa vs incompleta: Las roturas a su vez se clasifican en completas e incompletas. Una rotura es completa si atraviesa totalmente el menisco de modo que un fragmento de tejido se encuentra completamente separado del resto. Si el tejido lesionado aún se encuentra parcialmente unido al cuerpo del menisco, la rotura se considera incompleta.
- Lesiones agudas vs. degenerativas de los meniscos: Las roturas agudas se producen habitualmente en pacientes sin síntomas, tras un traumatismo indirecto. Las estadísticas muestran que aproximadamente 61 de cada 100,000 personas experimentan un desgarro agudo de meniscos. Las roturas degenerativas son más comunes en la población mayor pues se producen en meniscos con alteraciones degenerativas en su estructura y en pacientes que de forma progresivo experimentan la sintomatología El 60% de la población de más de 65 años probablemente padece algún tipo de rotura degenerativa de los meniscos.
¿Cómo se diagnostica una rotura meniscal?
El diagnóstico de las roturas meniscales es fundamentalmente clínico, a través de la historia del paciente y de las exploraciones clínicas (test de McMurray) aunque se suele solicitar una Resonancia Magnética (RNM) para confirmar la lesión, para valorar el tipo de lesión y estudiar la localización de la misma.
Menisco medial normal
Rotura radial de menisco
Rotura degenerativa del menisco